Miramar es la ciudad balnearia con la luz justa para unas buenas
vacaciones. Como manada, siempre creímos en el poder de las palabras. Esa
mezcla sutil entre mirar y amar. La predicción disfrazándose de excusa.
Abro los ojos y veo el verano como un camino plagado de escolleras. Sobre el
fondo una familia con sueños, ambiciones y poca habilidad para el
turismo.
jueves, 11 de junio de 2015
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Sigo con mis ojos el recorrido de la hiedra. Siento la furiosa velocidad de sus ramas viajando por debajo de la piel. Es que somos hermanos ...
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A unque nunca volví a entrar a ese patio, sé que la rosa china sigue ahí. Desde acá puedo sentir el calor abrazador de sus flores, flameando...
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Esa noche, los dos comimos del mismo cuerpo. Los restos de piel que cayeron sobre la alfombra nunca se secaron. Todavía los veo brillando en...
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