sábado, 15 de febrero de 2014

MRU

A trescientos kilómetros por hora
una bicicleta
pasa frente a nuestra casa
no la vemos, nadie la oye
pero vos igual me decís
tengo miedo de la velocidad
y te parás a cerrar la ventana
como si supieras
algo que yo no
como si intentaras ocultar
ese rastro silencioso
que va dejando la distancia.

Sigo con mis ojos el recorrido de la hiedra. Siento la furiosa velocidad de sus ramas viajando por debajo de la piel. Es que somos hermanos ...