Miro la cruz
y veo el accidente
la carrocería retorcida entre los huesos
la presión de los engranajes en la cabeza
y el calor de los motores
despidiendo a lo lejos
el humo de la fe.
Quiero morir de nuevo
necesito sentir la agonía
como un manto sobre mi cuerpo
voy a montar una vez más el espectáculo
y así, volver a ser la estrella
de otro absurdo sacrificio.