sábado, 28 de septiembre de 2013

Pangea

De Buenos Aires a Luján
hay un trayecto
que no se puede recorrer
los pasos
ya no resisten el desfasaje
de las placas tectónicas
una huella que se pierde
frente al cansancio
de semejante peregrinación
ir y volver
es sólo un ejercicio
una suerte de proeza
prometida una y otra vez
a fuerza de espasmos
pequeños desplazamientos 
imperceptibles
o transformaciones
de un espíritu sísmico
que a cada temblor
con cada nueva erupción volcánica
va descubriendo
la geografía de la distancia.                                                                                                                     

En Obra

Yo no sé
si lo que me desvela
es el sonido de la mezcladora de cemento
el murmullo de los obreros
o esta fina capa de cal
recubriéndolo todo.
Desde adentro
no puedo más que observar
cómo avanza la obra
la gran masa de concreto
trepando hacia el sol
una enorme autopista
recostada sobre el jardín de mi casa
cómo un animal dormido
que espera pacientemente
por si uno de estos días
quiero alejarme.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Nochebuena

Que ésta navidad
no nos agarre de brazos cruzados
es preferible
seguir el paso de los camellos
resonando en el desierto
o contemplar el brillo distante
de una estrella que nos guíe
dejar los deseos 
junto a los zapatos
y entrar en puntas de pie
la cuna vacía
el olor rancio de los animales
y una montaña de regalos
para repartir
entre los incrédulos.

La rabia

Tiramos piedras
cajas
maderas
lanzamos escombros
vigas
tirantes
trozos de mampostería
un sinfín de desperdicios
especialmente seleccionados
para rellenar
un pozo ciego.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Deriva

Con la voz de la mañana
llegó el estruendo
las paredes por el piso
y una densa polvareda
la nube blanca
ocultando el temblor
de ésta antigua nave
un haz de luz en altamar
atravesando bloques de agua
y mis sueños como peces
cardúmenes distantes
en la oscuridad marina
años de profundidad
y un tesoro solitario
brillando en el fondo.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Superyo

Me pediste el traje
y yo me lo puse
desplegué la pequeña capa
como un torpe murciélago
y aprendí a volar
para seguirte adonde fueras
para salvarte
en vuelo rasante
verde y rojo contra el pecho
una nueva piel
pegada al cuerpo
esa franja indivisible
o superficie heróica
la velocidad que me transforma
y el enorme mar
reflejando ahí debajo
al extraño superhéroe
de otra película.

Sigo con mis ojos el recorrido de la hiedra. Siento la furiosa velocidad de sus ramas viajando por debajo de la piel. Es que somos hermanos ...