No me digas como tengo que hacer las cosas
no me digas más
borrá todo de acá en adelante
y seguí tu camino.
Que me busquen en el pasado si quieren
o que se conformen
con la mera incertidumbre
de la fruta madura que no cae.
Sé que vas a volver a buscarme
una vez más
para corregirme
para domesticarme con tus palabras.
La pesada lengua sobre la bestia mansa
recordándole nuevamente
que nada en el mundo es lo mismo
cuando
no queda más que decir.