sábado, 13 de diciembre de 2014

Estribillo

Te voy a amar para siempre
suena en mi cabeza
cómo una música
que ya no puedo dejar de bailar
por más que trate de cortar el ritmo
el cuerpo terco
siempre vuelve a la memoria
primero un brazo
después los hombros
más tarde las piernas, la cadera
el corazón
todo se acomoda nuevamente
en esa melodía pegadiza
los movimientos justos
las palabras precisas
los deseos repetidos como notas
muertos sobre el pentagrama
de una interminable partitura.

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