sábado, 25 de mayo de 2013

Bautismo

Recuéstame y lávame los pies
ensúciame un poco más
con tu mano solitaria.

Necesito volver a sentir
el agua que corre,
la furia de la sangre,   
el barro escurriéndose entre tus piernas.

Ya estamos solos
disfrutemos entonces
de esta apacible condena
el milagro de habernos encontrado
justo cuando la Gracia del Señor
nos abandona.

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