En un sándwich me como a mi madre,
después lo escupo y separo los restos.
Por un
lado las monedas,
por el otro las palabras.
Demasiado poco, para tanta indigestión.
Sigo con mis ojos el recorrido de la hiedra. Siento la furiosa velocidad de sus ramas viajando por debajo de la piel. Es que somos hermanos ...
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